jueves, 29 de mayo de 2008

baratijas I

Abro la heladera:
- huevos, tres.
- cebolla, una.
- tomates podridos, dos.
- vino tinto, media botella.
- cerveza, una lata.
- queso rallado, un paquete (vencido hace un mes).
- limón, medio.
- mostaza (de la que viene con los panchos), tres sobres intactos.
Creo que debo empezar a alimentarme un poco mejor.

planeta perla - pobrecito

Si tu mamá se va otra vez, tenemos que hablar en serio con ella.
Lo he pensado mucho y creo que ahora después de cuatro años y medio de psicoanálisis, me siento preparada para enfrentar esta situación.
Estoy casi segura que podré exteriorizar mis sentimientos sin necesidad de llorar ni arrancarme pelitos de los brazos.
Nuestra casa no es el mejor lugar para Mateo. No se siente a gusto con nosotros. Y nosotros tampoco.
Yo reconozco que hago un esfuerzo terrible por ser amable y no puedo.
Vos decididamente lo tratás mal. El pobre percibe absolutamente todo y tu mamá se da cuenta clarito que no pasa bien acá.
Pero, de "aquello"... ¡Ni hablar!
La última vez que toqué el tema me dijo:
- Mateo necesita estar con alguien de la familia. No pienso tirarlo ahí como si fuera un paquete. ¡Dios me libre! ¡Angelito de dios!
Después de todos esos lamentos aumentó mi pánico por tener una discusión con ella que nos quiere tanto y es tan buena con nosotros, vive pensando en nosotros que trabajamos tanto y estamos tan ocupados y se ofrece para venir a cocinar, y siempre le decimos que no y no tenemos tiempo para visitarla y ella entiende pero nos extraña y que si viviéramos más cerca, pero como no quisimos aquel apartamentito precioso que había en el edificio de ella que hubiese sido ideal para cuando tuviésemos hijitos, y que mejor que los cuide la abuela, pero claro, como a mí se me ocurrió irme a Sayago, que no tiene nada en contra del barrio pero se le complica para visitarnos todos los días (¡gracias al cielo!), pero ella nos adora y cuando opina no lo hace de metida noooo, es porque quiere lo mejor para los dos....ehhhhh ¿a qué venía todo esto? Me fui por las ramas. Avisame cuando hago eso. Me lo voy a anotar en un papelito así le cuento a la psicóloga. Que terrible. Es un problema que tengo. ¿Qué querrá decir? No sé. Me cuesta redondear. Ahora ya está. No importa. Como te decía el año pasado me aguanté y no era para menos:
¡laprimeravezencincoañosquenosevadevacacionesconnosotros!
Pero ahora es diferente.
Un mes en Europa y Mateo las veinticuatro horas del día en casa.... no quiero que te "estreses", ya pensé todo. La mejor manera de ablandarla es darle de comer y si es algo dulce, mejor. La invito a tomar el té, hago una cheesse cake (que es su debilidad) le meto la bandeja adelante y antes de que haga un pico de diabetes le zampo todo, le digo que no jorobe y deje al gato de mierda en un hotel para mascotas y todos contentos.
¿Y? ¿Qué te parece vidita? ¿Está buena la idea, no?
Amor...pero la puta madre ¡que desgraciado! No srvís ni para escuchar. Hacé el favor de moverte un poco que me estoy cayendo de la cama y cerrá la boca que ya babeaste toda la almohada.